Qué lindo es apagar la luz para dormir y una vez acostado, llegada la inspiración, tener que volver a levantarse medio desnudo, rápido, buscando la luz y los lápices, y dibujar el boceto. Lindo. Tener ese boceto y no poder dejarlo como simple boceto y seguir la idea, terminarla. Acostarse pleno.
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